Ya ha llegado la esperada adaptación del popular anime (o manga, si se prefiere), cuyos trailers prometían un entretenimiento de primer orden, y quizás un hito cinematográfico, lo que, sin lugar a dudas, cada vez cuesta más en el mundo del cine.

Hablamos de un proyecto (casi) maldito para James Cameron, ya que llevaba lustros queriendo llevarlo al cine, sin éxito alguno. Años de rumores que ponían los dientes largos a los fans de la película original y del director. Pero claro, el bueno de Cameron está (y estaba) enfrascado con (la olvidada) Avatar y sus secuelas (que todavía no sé quién las pide, sinceramente), y no se le ha ocurrido nada mejor que darle el encargo de dirigirla al señor Robert Rodriguez, capaz de lo mejor (“Abierto hasta el amanecer”, aunque parte del merito de aquella es de Tarantino) y de lo peor (cualquier tontería como las secuelas de “Spy Kids”, “Machete” o la de “El Mexicano”, cada una de ellas, un despropósito de difícil digestión).

Se supone que, después de años de expectación ante esta adaptación, se tenía que estrenar en Diciembre de 2018. Pero en Fox se acobardaron, en el último momento, ante la dura competencia (cortesía de “Aquaman”) y decidieron retrasarla al mes de Febrero, antaño un mes que no reportaba grandes beneficios, pero que después del taquillazo de “Black Panther”, cualquiera dice nada.

Supongo que habrán querido repetir jugada, y han pensado que era un movimiento inteligente. Lo desconozco, aunque lo que es seguro es que han querido vender esta película como lo nuevo de James Cameron (su nombre sobresale por encima del director) y la nueva “Avatar”, como si esto último fuese algo bueno.

Una cosa os puedo confirmar: es mucho mejor que “Avatar”, en todos los sentidos. Lo que pienso de aquella lo dejaremos para otro artículo, porque hay mucha tela que cortar. Antes de comenzar (por fin) a diseccionar la película, recalcar que las críticas no han sido muy entusiastas, pero tampoco mediocres (como se podría esperar), y que he visto la película de animación, pero no la recuerdo mucho, así que evitaré las comparaciones. Eso sí, prometo un visionado en breves para hablaros de aquel clásico de los 90.

Pues bien, empecemos por el señor Rodriguez como director. Sus películas serán mejores o peores, pero una cosa está clara: sabe lo que se hace con una cámara. Además, es muy popular por editar, montar, dirigir, escribir, y de todo, con sus películas, aunque no es el caso en la que nos ocupa, ya que el guion es de otro. Lo que es seguro es que la película es impresionante, con unas escenas de acción brillantes. Pienso, sobretodo, en las primeras secuencias de acción de la película, excelentemente filmadas, ya que las posteriores (como la de la carrera) son algo excesivas y recargadas de efectos especiales.

No obstante, una gran labor, con un trabajo sublime. Quizás no sea un hito, pero sí hay momentos para el recuerdo, y eso no es poco (y más en estos días en los que ya está visto todo). Por otro lado, los efectos especiales son increíbles, sobre todo en lo que respecta al rostro de la protagonista. Se nota que han usado la misma técnica que en Avatar, y la han mejorado mucho, sin duda.

Un día nos despistaremos, y lograrán replicar, exactamente, un rostro humano, sin que nos demos cuenta de que es digital. Al tiempo. Respecto a las secuencias generadas por CGI, impactantes (aunque como he indicado, se abusa en algunas escenas de acción), y se agradece bastante que no abusen durante toda la película, con escenarios reales. Y es que las películas totalmente digitales (como Avatar), me sacan de la historia. Pero eso es a gusto de cada uno.

Ahora toca meternos de lleno en el guion, cortesía de James Cameron. Como ya he indicado, no voy a entrar en comparar adaptaciones, por lo que simplemente diré que el guion quizás sea lo más débil e irregular de la cinta, porque uno nunca sabe a dónde quieren ir a parar, y es todo un tanto caótico. Eso sí, la protagonista es fascinante, con una personalidad entrañable y juvenil, y con la que simpatizas desde el minuto uno, debido a su dulzura y valentía. Seguramente, uno de los mejores personajes de los últimos años (incluyendo hombres, por supuesto).

No obstante, hay decisiones cuestionables, como la pasividad de la protagonista ante un par de sucesos, que te dejan extrañado. Como ya digo, el guion jamás resulta mediocre, y tiene diálogos muy interesantes (todos de la protagonista, todo sea dicho de paso, como si el resto de elementos no estuviesen a la altura), pero resulta bastante irregular, y tiene personajes deplorables y desaprovechados (como el interpretado por Mahershala Ali, que ahora iremos con él).

A destacar la banda sonora de Junkie XL (al que hemos escuchado en bandas sonoras como las de “Batman v Superman” o “DeadPool”), con momentos que se te quedan en la cabeza, obsequiándonos con una música fabulosa, que hace ganar enteros a la película.

Toca hablar del reparto. No sé hasta qué punto se mantiene (aparte de la voz) la actuación de Rosa Salazar (Alita), pero son increíbles los gestos y miradas, y aún siendo ordenador (o captura facial, si se prefiere), transmite más que cualquier actor de la película. Dicen que en esa actuación está Salazar totalmente. Pues señoras y señores, que la nominen al Oscar el año que viene, porque su actuación es sobresaliente. Sin más.

Por otro lado, tenemos a mi querido Christoph Waltz (y digo querido porque es uno de mis actores favoritos desde que le descubrí en esa obra maestra llamada “Malditos Bastardos”), con una interpretación poderosa y agradecida. Menos mal que han sabido utilizar a ese gran actor, dándole un personaje con matices y que ocupa mucho metraje de la cinta. Por los trailers me temía lo peor.

Respecto al resto del reparto (concretamente dos), la cosa cambia bastante. Tenemos a una Jennifer Connelly, que no pinta demasiado, y que se pasa toda la película sin mover un músculo facial. Supongo que así se lo han pedido, porque es una gran actriz y está totalmente desaprovechada.

Pero si hablamos de desaprovechar, tenemos a uno de los actores del momento, Mahershala Ali (nominado al Oscar por la estupenda “Green Book”, que os vuelvo a recomendar), haciendo de un villano ridículo, en uno de los casting más bochornosos de los últimos años. Para esto no contrates a este estupendo actor, y no desperdicies su talento en un villano tan plano y desdibujado. Eso sí, que en Marvel tomen nota, porque creo que estamos ante el nuevo Blade. El resto del reparto cumplen (destacando a Jackie Earle Haley o Ed Skrein).

Y qué más decir que no se haya dicho ya. Estamos ante una película entretenida, bien realizada, con momentos para el recuerdo, y con una protagonista digna de aplauso. ¿Qué ha podido fallar? No diré que la película es fría o le falta alma, debido al personaje de Alita, que dota de emoción al conjunto, pero sí que, a pesar de la acción y algunos instantes, le falta garra al conjunto, quedando como una correcta película futurista para pasar el rato, pero poco más.

Sinceramente, me he quedado casi como estaba, y quizás la culpa haya sido de los trailers (se pasaron sacando tantos), que mostraban demasiado, por lo que el factor sorpresa era casi nulo. No obstante, la considero una buena película, y si sois fans del anime (o del manga) y os gustan este tipo de productos futuristas y repletos de acción, os la recomiendo sin miramientos.

Eso sí, la han vendido como la nueva “Avatar”, y aunque es muy superior como película, dudo que haga los números  de aquella, es más, creo que estamos ante un pequeño fracaso, ya que ha costado 170 millones (que ojo, se notan en la película), y le va  costar recuperar lo invertido. No creo que haga un spoiler al decir esto, pero en Fox quieren una nueva saga, y la película nos vende una secuela al final, dándome la sensación, al menos a mí, de que estamos ante una película incompleta, y ese es otro de los errores de la cinta, darnos una especie de episodio piloto con un final abierto. Y ya os adelanto que, a pesar de su protagonista, muchas ganas de ver una secuela no me han quedado, porque creo que ya está todo contado (al menos lo interesante).

En conclusión, estamos ante una cinta tan entretenida y correcta, como fallida. Pero al menos no es un producto mediocre y tiene elementos más que rescatables (la protagonista, Christoph Waltz, la banda sonora, algunas escenas de acción…). No es la gran película que se estaba vendiendo y muchos esperaban, pero tampoco es una catástrofe (como tantos otros proyectos con aspiraciones similares). Poco más se le puede exigir.

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