La Selección Española de Fútbol ha sido eliminada de la competición rusa precisamente contra la anfitriona en más de hora y media de sudorosa competición donde los intentos de España fracasaron una y otra vez y el único gol eslavo fue cosecha de un error ruso. España intentó una y otra enfrentarse al equipo enemigo sin éxitos, pese a las numerosas intentonas, sobre todo al final del partido. Fue un encuentro lento y seco, sin pasión, torpe, jubilado, apático. Los rusos supieron encajar bien las circunstancias, aunque su juego fue significativamente de mala calidad. España no pudo penetrar el campo enemigo y la lluvia terminó por cansar a unos hombres doloridos y exhaustos. Unos penaltis casi arbitrarios, de no ser por la mala competición de De Gea y de los cambios de entrenador a última hora, explciarían este desconcertante final para el otrora campeón del mundo. Con Italia y Alemania el país ibérico se añade a una lista de favoritos caídos en desgracia por múltiples razones, junto a Portugal, derrotada por los uruguayos.

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