No tenía muchas expectativas depositadas en esta tardía (40 años…) secuela de El Resplandor. Tampoco los tráilers me llamaron en exceso (lucían como un telefilm, al contrario que la película estrenada en cines… curioso). Sin embargo, las recientes críticas (bastante más positivas de lo esperado) y algunos comentarios me han hecho decidirme a verla en cines.

Tengo que dejar bien claro que, como indiqué hace unos días en mi crítica de El Resplandor (aquí), la película de Stanley Kubrick no es santo de mi devoción, y me parece una cinta sobrevalorada (una de las que más de la historia del celuloide) y totalmente fallida.

Se ha vendido esta nueva entrega como una adaptación fiel del libro de King, pero a la vez respetando las bases del original de Kubrick. Muchas voces dicen que se ha conseguido un resultado satisfactorio y digno de aplauso. No puedo estar más en desacuerdo, ya que yo he asistido a dos horas y media tediosas, que hacen honor al título de la película, ya que el sueño se apoderaba de mí por momentos, y donde se dan la mano el aburrimiento y la insustancialidad de un producto innecesario.

Antes de entrar en materia debo decir que coincido con aquellas voces críticas que dicen que esto no es una secuela de El Resplandor, porque no lo es. Sólo su media hora final podría calificarse como tal, siendo el resto un telefilm de estar por casa que me extraña que haya encantado a tanta gente, aunque algo me dice que es por la crueldad de lo mostrado (algo que se destaca en muchas críticas).

El responsable de todo esto es Mike Flanagan, también responsable de la genial serie La maldición de Hill House (que os vuelvo a recomendar, crítica aquí), que se ha encargado de la dirección y el guion. En lo primero nada que reprocharle (al contrario que en los mencionados tráilers), ya que la película luce bien técnicamente (aunque tampoco nos volvamos locos) y hay un par de instantes logrados, sobre todo en el inicio y el final del film.

Otra cosa es el guion. Se nota que Warner y Flanagan han dejado meter mano a King y han querido ser lo más fieles posibles al material original, ya que la película dura dos excesivas e innecesarias horas, injustificables, ya que a la película le sobra una hora. Y no exagero.

Ya he leído un par de novelas de King y a este señor le gusta el relleno más que otra cosa, parándose en personajes que no interesan a nadie (hola, Serpiente) y contándonos cosas que no aportan nada a la trama. Y a la película le sucede exactamente lo mismo, como si el director hubiese querido congraciarse con el famoso escritor y no mancillar su “gran” obra.

Y esto no me lo invento, ya que King ha alabado esta secuela mientras que sigue defenestrando la original, que, cómo no, era poco fiel y añadía cosas cortesía de Kubrick, generando el descontento del bueno de Stephen. Parece ser que ahora ya no tiene queja alguna, cuando ha sido un error de adaptación, ya que aburre hasta a las ovejas y le sobran demasiadas cosas.

Dejando de lado que este escritor está obsesionado con niños con superpoderes y sus predecibles secuestros (todas sus últimas novelas y películas abordan ese asunto, y ya cansa, la verdad), sin olvidarnos de la crueldad hacia estos (ahí lo dejo), no entiendo porque se le ha bailado el agua de esta forma. Seguramente por el éxito de la primera de IT (la segunda se ha quedado en tierra de nadie), cuando aquella aportaba sus propios elementos regalándonos un producto de terror espectacular y sublime. En esta ocasión, no ha sido así.

Y mira que la película lo intenta, pero sólo da en la diana en su inicio y en su final, que es puro fan service para los fans de El Resplandor, aunque en realidad es puro marketing para que la película haga más dinero en taquilla, al igual que el libro, ya que cambias al protagonista y no cambia absolutamente nada. King no es tonto, y Warner menos. Señores, esto no es una secuela del clásico de terror, lo vuelvo a dejar claro.

Como ya digo, muchos se han apresurado en asegurar que estamos ante un perfecto híbrido entre respeto a la novela original y a la película de los 80, siendo la secuela mucho más interesante cuando se acuerda del film de Kubrick (pero sin pasarse, no vaya a ser que papá King se enfade), que no cuando nos cuenta la historia de la villana y sus acólitos.

Sí, es una villana enigmática e interesante (también gracias a la genial interpretación de Ferguson, que ahora iremos con ello) pero no se justifica que sus escenas ocupen la mitad del metraje. No hay lugar al misterio o la imaginación, y se sobre explican demasiadas cosas de estos seres, que sinceramente, no interesan a nadie.

Si se hubiese apostado por una reducción del metraje, centrándose más en el material original (Kubrick) quizás estaríamos hablando de un producto correcto, pero ni por esas. Y ojo, que en un afán por desvincularse (aunque se vende todo lo contrario) del film de Kubrick han puesto a otros actores a interpretar a los personajes de la original. A todos. Yo no soy fan del clásico, pero si lo fuera me sentiría estafado, y la verdad es que saca bastante de la película ver a otros actores en personajes tan icónicos. Para esto mejor no hacer nada.

Y por cierto, la película no da terror alguno, que no os engañen. Un guion demasiado deudor de dos fuentes (novela y película original) y que al final acaba en tierra de nadie, al querer contentar a todo el mundo, siendo dos horas y media insufribles.

En cuanto al reparto, tenemos a un correcto y convincente Ewan McGregor, aunque tampoco ofrece su mejor papel, quizás debido a un protagonista algo insulso y desdibujado, por mucho que se pretenda otra cosa. Mucho mejor parada sale una inquietante y genial Rebecca Fergurson, ofreciendo una villana interesante, y que se podría decir que junto a la dirección es lo mejor de la cinta.

El resto del reparto bien, sin más, aunque me gustaría hacer mención especial a un muy desaprovechado Jacob Tremblay, que todavía no sé qué hace ahí en un papel tan pequeño e insulso. Cosas de Hollywood.

En conclusión, estamos ante una secuela aburrida e innecesaria, además de tardía (las segundas partes que tardan tanto suelen apestar…), que no entiendo muy bien por qué ha recibido tantos elogios, ya que es un tostón excesivo y lento, de dos horas y media, y que se nota que se ha hecho pensando exclusivamente en el señor King y en los fans de la película de Kubrick (que sólo quedarán encantados con su final). El resto os podéis quedar en casa, no se os ha perdido nada.

Y ya vaticino que la película no va a ser un gran éxito de taquilla y en un par de años nadie hablará de ella, como ha sucedido con otro producto similar como es Blade Runner 2049. Al tiempo. Y es que a veces es mejor dejar las cosas como están. Otra decepción de este año. Y van…

Lo mejor: La dirección y Rebecca Fergurson.

Lo peor: Excesiva duración, falta de identidad, aburrimiento y relleno injustificado.

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