Todo sigue igual, menos en la casa de los amigos de Pedro Sánchez. Mientras que en lo económico y en lo social, continuamos por la misma senda que atravesábamos cuando gobernaba el ahora ya prejubilado Mariano Rajoy, en las moradas de los leales del actual jefe del ejecutivo, no podían ir mejor las cosas.
Con la conquista del poder por parte del Partido Socialista gracias a aquella traumática y esperpéntica moción de censura que parecía ir dirigida al bolso de la hoy decapitada Soraya Sáenz de Santamaría en lugar de al ex Presidente de Gobierno Mariano Rajoy, todos los leales a Sánchez han hecho el agosto antes de que el calor llegará. Allegados como Jordi Sevilla, Oscar López o José Félix Tezanos que han visto cómo su cuenta bancaria aumenta gracias a los sustanciosos salarios que reciben en sus nuevos empleos. Cargos elegidos, ignoro si por inspiración divina, mediante el dedo del Presidente de Gobierno. Ese hombre que tanto criticaba al Partido Popular por tener secuestrada la televisión pública hace lo propio no solo con RTVE, que ya sabemos cómo está el percal, sino con todo organismo del Estado. El PSOE ha hecho de su gobernabilidad una razón para convertir a las instituciones, y porque no puede hacer lo propio con la Casa Real, aunque ya se encargará Corina, en su cortijo particular cortijo donde él y sus amigotes se reparten el pastel.
Tarta, perdón, encuesta, la que ha cocinado uno de sus compinches, ese Tezanos que se ha quitado la corbata y se ha colocado el mandil para preparar el sondeo del CIS del mes de julio, que para algo es el nuevo Presidente de dicha empresa. Compañía que se ha encargado, ya estando bajo las riendas del socialista, de aparentar que el gobierno Sánchez tiene el respaldo de los ciudadanos. Votantes, que, por mucho que el CIS, ósea, el PSOE, intente aparentar que los socialdemócratas sacan siete puntos al resto de fuerzas políticas, los electores, a pesar que mi gran amigo Eduardo Alarcón diga lo contrario, ven en Ciudadanos a la fuerza más fiable. Testimonios a pie de calle que no se pueden cocinar como los escrutinios, esas encuestas que Sánchez tratara de preparar a fuego lento para legitimar su estancia en la Moncloa y sus viajes en el Falcón como el de Castellón para ver conciertos de música. Esperemos que no utilice el avión presidencial para asistir a los certámenes de fin de curso de sus hijas…
Niñas, que no ven a su padre. Progenitor, el hombre pegado a unas gafas de sol, que se pasa día sí y otro también de arriba para abajo con su aeronave, esa que parece ser su único aliciente para ser Presidente de Gobierno. Está tan emocionado con su avioncito que capaz es de crear su propia aerolínea para hacerle la competencia a Iberia. Quizá lo haría mejor que como jefe del ejecutivo. Que no digo que lo haga mal, es que definitivamente no está haciendo nada. Pedro Sánchez ni está ni se le espera. Al mismo tiempo que en España la crisis de los taxis y el conflicto catalán asolan a los ciudadanos, este se encarga de hacerse fotos con todos los mandatarios europeos que pueda ignorando la realidad nacional. ¡Hazte con todos! Como cuando uno se hace Facebook, que ansía tener a todas las personas que conoce agregados como amigos, el Presidente se dedica a continuar desarrollando su campaña de marketing mediante apretones de manos, besos y abrazos con sus homólogos continentales. Macron, Merkel, Junquer… Todos se reúnen con Sánchez mientras los españoles continuamos esperando que nuestro Presidente de señales de vida y compadezca frente a sus votantes. A no, que no le hemos votado…