Antes de empezar la crítica, dato curioso. Resulta que el superhéroe “Shazam” originalmente se llamaba “Capitán Marvel”, y claro, su nombre coincidía con el del otro superhéroe de la casa de las ideas (porque sí, originalmente era un hombre). En 2011, Marvel registró el nombre y DC se vio obligada a cambiar el de su superhéroe.

Y justo ahora, con menos de un mes de diferencia, se estrenan ambos proyectos, de dos editoriales y empresas rivales. Curioso, cuanto menos.

Una vez superada la clase de historia, conviene que entremos ya en materia. Estamos ante un proyecto anunciado hace muchos años, por el que nadie daba un duro (quizás los fans más acérrimos), y que ahora mismo ha sido un éxito de crítica (93% en Rotten Tomatoes hasta el momento), con comentarios muy positivos que la dejan de maravilla con el sello del mejor cine de los 80, y cuyas predicciones la dejan como otro éxito de taquilla (aunque más moderado que otros estrenos recientes).

Pues bien, desde que se está hablando de la película como un cruce de “Big” (la de Tom Hanks) con el mejor cine de superhéroes, mis expectativas han ido creciendo. De momento no he leído ninguna crítica negativa, y todos han sido bastante entusiastas. ¿Estamos ante una genialidad? La respuesta es , claramente, no, pero sí ante una entretenida aventura con corazón que deja un buen sabor de boca.

La dirección corre a cargo del director de la entretenida pero intrascendente “Nunca apagues la luz” o la más estimable “Annabelle: Creation” (la secuela/precuela, no la terrible primera entrega). La verdad es que la película luce bastante bien, y más teniendo en cuenta el “escaso” presupuesto de 100 millones de dólares (que aprenda Tim Burton y su “Dumbo” de 170 millones, que no lucen por ninguna parte), y es que, para una película de estas características, no es mucho.

Los efecto especiales son, entre decentes y más que logrados, y se nota la mano del director en las (pocas) escenas de acción que tiene el film. Podría decirse, por lo tanto, que ha sido un acierto contar con él, y no creo que sea un error repetir para la secuela con el mismo director.

En cuanto al guion, se han dicho muchas cosas, desde que tiene corazón, hasta que es un homenaje a la época dorada del cine de los ochenta (“Los Goonies”,”Gremlins” o “Big”, entre otras). Y esas apreciaciones no van desencaminadas, ya que la película es divertida y emocionante, y, al igual que la estupenda (y superior) “Aquaman”, no se toma muy en serio a sí misma, lo cual le viene de perlas.

Y es que se agradece ese tono distendido y jovial de la cinta, que encandilará a los amantes de la mencionada época dorada del cine, con multitud de guiños y referencias (algunos muy obvios). Y claro, los responsables no tienen un pelo de tonto, y han sabido jugar sus cartas muy bien. Eso sí, la película parece más cortesía de Marvel que no de DC.

Y es que es curioso que los tiempos de oro de DC lleguen con proyectos como “Aquaman” o “¡Shazam!”, que se han dejado los prejuicios en casa, y solo buscan entretener, sin miedo a ser lo que son, lo cual me parece un movimiento inteligente. Y por supuesto, esto ha llegado a nuestras salas por la presión de Marvel, una vez ha quedado demostrado que el público no quiere dramas y oscuridad. Lo cual, también se traduce en una pérdida de identidad por parte de DC, las cosas como son.

Siguiendo con el guion (que me enrollo más que una persiana), es tan acertado decir que es fresco, simple (en el buen sentido), y cercano, como que la acción tarda demasiado en llegar, y parece más una comedia con toques dramáticos que no una verdadera película de superhéroes, aunque supongo que ahí esta la novedad y la gracia. No obstante, el clímax de la cinta hace subir enteros a la película, ya que es emocionante y muy bien ideado. Algo es algo.

En cuanto al reparto, tenemos a un estupendo Zachary Levi, demostrando que ha sido un gran acierto de casting, y con una vis cómica fabulosa. La película no sería lo mismo sin él, eso seguro. Por otro lado, tenemos a su alter ego, Asher Angel, que si bien ofrece una interpretación más que convincente, no me ha dado la sensación de que sea el mismo personaje, como he leído en otras críticas.

Luego está el siempre maravilloso Mark Strong (actor que me fascina, y que ya apareció en la fallida “Green Lantern”), con un villano complejo y difícil, pero del cual sale airoso (aunque tampoco es nada del otro mundo, no nos emocionemos). El resto del reparto está también genial, pero si hay alguien que destaca por encima de todos ellos, es el joven Jack Dylan Grazer (visto en “IT”), que aporta humor y sentimiento al resultado final. Se puede decir lo mismo de él, que de Levi.

En conclusión, estamos ante una película más que correcta, pero ni magistral ni maravillosa, como se está diciendo de ella, pero que ofrece un espectáculo que recuerda al mejor cine familiar de los ochenta y noventa, y con un reparto de diez. Es una pena que la acción tarde tanto en arrancar, y que pongan toda la carne en el asador en su (genial) desenlace. No es mejor que “Aquaman”, pero sí que (seguramente) “Capitana Marvel” (que amasará muchos más millones, claro está).

Y es que esta película confirma la redención de DC después de tantos descalabros (aunque ninguna de sus anteriores películas me ha parecido mala, ni mucho menos). Ya era hora. Veremos si dan la campanada con “Joker” en Octubre. Lo que es seguro es que, apetece, y mucho, ver más aventuras de este superhéroe, así que, bienvenido “Shazam”.

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