Desde el pasado lunes Grecia conoce el verdadero significado de la palabra infierno. La peor tragedia natural en la historia reciente del país ha dejado en los últimos días 79 muertos y más de 180 heridos. Entre las víctimas hay jóvenes, niños e incluso un bebé de apenas seis meses. Los fuertes vientos y las altas temperaturas han provocado que varios incendios devastadores hayan conquistado el norte y noroeste del Ática, la región que rodea Atenas, capital del país. No es el primer desastre natural de estas características en la historia reciente de Europa. En las siguientes líneas repasamos algunos de los incendios más devastadores que han tenido lugar en las dos últimas décadas.
Grecia (2007)
En junio de 2007, Grecia perdía su primera batalla contra el fuego a pesar de la ayuda internacional. El 28 de junio de ese mismo año, cerca de 5600 hectáreas de bosques fueron destruidas en muy pocos días. Apenas medio mes más tarde, el 15 de julio, fueron identificados más de cien incendios en distintas localidades del país. El fuego siguió haciendo de las suyas y el 24 de agosto, los incendios se extendieron en el Peloponeso, Ática y Eubea llegando a acabar con la vida de más de 60 personas. El por aquel entonces primer ministro griego declaró el estado de emergencia en todo el país y solicitó ayuda a los miembros de la Unión Europea. La mayoría de los incendios fueron causados intencionadamente. En declaraciones recogidas por la agencia EFE, el jefe de Gobierno decía que “nadie tiene el derecho de arrebatar vidas humanas, hacer daño al medio ambiente, envenenar el alma de los griegos y destruir nuestra patria“.
Croacia (2007)
Corría el mes de agosto de 2007. Cientos de turistas estaban disfrutando de sus vacaciones en las paradisiacas playas de Dubrovnik. Unas playas que aquel verano cambiaron el color característico del azul del mar por el rojo del fuego. Aunque las temperaturas registradas en el sur de Croacia no eran excesivamente altas, el calor característico de los meses de verano y la sequía facilitaron la propagación de distintos incendios. Un incendio de 20 kilómetros cercó los alrededores de esta ciudad provocando que docena de minas antipersona sembradas en la guerra de los Balcanes explotaran. Otro de los protagonistas de aquel verano fue el incendio registrado en la isla de Kornati; incendio que acabó con la vida de una docena de personas.
Rusia (2010)
El clima extremo, que incluye temperaturas récord y olas de calor, marcó el verano de 2010 en Rusia que estuvo protagonizado por una serie de incendios forestales en el país, principalmente en el oeste. El presidente ruso, Dmitri Medvédev también tuvo que declarar el estado de emergencia en siete regiones a causa del fuego. Todo comenzó durante la primavera; una primavera que ese año se caracterizó por tener un clima más seco y cálido de lo habitual. A mediados de junio, las temperaturas llegaron a alcanzar los 35 grados. Y a finales de este mes se registraron temperaturas cercanas a los 40 grados. Aquellos incendios acabaron con la vida de decenas de personas y devoraron miles y miles de hectáreas de bosques.
Portugal (2017)
Junio y octubre fueron probablemente los peores meses del año para nuestro país vecino en 2017. Entre el 17 y el 24 de junio perdían la vida 64 personas y más de 200 resultaban heridas en un incendio que se inició una localidad del centro del país. Cerca de la mitad de los fallecidos murieron al quedar atrapados en sus vehículos mientras intentaban huir del fuego que había convertido en cenizas las aldeas en las que vivían. En este primer incendio el fuego arrasó con más de 46.000 hectáreas. Cuando parecía que todo había vuelto a la normalidad, se declararon en el país más de 700 incendios. En esta segunda oleada, que tuvo lugar entre el 15 y el 17 de octubre, murieron 45 personas y 70 resultaron heridas. Ardieron en total 148.591 hectáreas.
España (2017)
El infierno del fuego también conquistó el noroeste de la península de ibérica el pasado año con una serie de incendios provocados que acabaron con miles de hectáreas en las comunidades autónomas de Galicia, Asturias y Castilla y León. Entre las causas del fuego estaban la sequía que afectaba a estas comunidades y los fuertes vientos producidos por el huracán Ophelia. En España estos incendios acabaron con la vida de cuatro personas.