Con la extradición de Puigdemont por parte de los tribunales alemanes por el delito de malversación, el núcleo independentista encabezado por sus dirigentes, y rematado por los medios de comunicación que llevan años publicitando el procés, ha elaborado el mantra que exculpa a Puigdemont ridiculizando al juez Llanera y desacreditando al Estado opresor español. Titulares del estilo de “Los jueces alemanes tumban la estrategia judicial, política y mediática contra el 1-0” o, una mejor, como el editorial de El Nacional ,el panfleto digital del golpismo, “La victoria de Puigdemont y el descalabro de Llanera” adornan los tabloides catalanistas.
¿La victoria de Puigdemont? Pero qué triunfo, sabandijas. Como si el President en la sombra de la Generalitat hubiera sido exculpado de todo pecado, los secesionistas cantan victoria con la extradición como si ningún delito recayera sobre su expediente. Puede que los tribunales alemanes no vean la falta de rebelión, pero sí ven indicios probados de una presunta malversación por parte del líder independentista. Los magistrados germanos, esos tan comprensivos con Cataluña, consideran que Carles Puigdemont utilizó de manera delictiva e ilícita dinero público cuando se celebró aquel referéndum de independencia en donde votaban hasta los perros de los soberanistas. Una mascota, un voto. Para que tomen nota los de PACMA…
Conducta delictiva realizada por Puigdemont que parece ser ignorada por los secesionistas, indepes, que inmersos en su mundo de yupi particular, hacen oídos sordos o banalizan la malversación de su líder. ¿Ha utilizado el dinero de todos atentando contra la legalidad? ¡Qué más da! Pujol ha robado a manos llenas, millones y millones, y le aplaudimos como si de un mesías se tratará. Desoyen el hecho de que los tribunales alemanes no han indultado a Puigdemont, sino al contrario. La justicia germana no ve en el ex President a un preso político, sino a un político preso que ha cometido el delito de malversación. Ilusos, quieren creer que Europa y el mundo es de su cuerda, cuando lo único que hacen las instituciones supranacionales es darles portazo. Sí sí, como los que le daban a Romeva cuando viajaba por medio mundo con la intención de visitar a todos los mandatarios del globo buscando apoyo a la República de Cataluña. Esa nación orwelldiana que no existe, como la inocencia de Puigdemont. Exculpación que por mucho que escriban o hablen sobre ella nunca se producirá. Aunque ellos digan que los tribunales alemanes han dado la razón al secesionismo, la verdad es que al igual que en España, el molt honorable, no es un exiliado perseguido por sus ideas, sino un fugitivo, un delincuente que ha atentado contra la legalidad de una nación.
Malhechor, no sé si por rebelión, yo ahí ya no me meto, como diría Rajoy, pero si por malversación de caudales públicos. Arcas públicas que de ser manipuladas por alguien no independentista si habría una conducta contraria a la Ley, pero para los rupturistas todo vale. No se dan cuenta de que la justicia es igual para todos, como dijo en su momento el rey Juan Carlos, ese que ahora poco tiene que ver con el que instauró la democracia. Libertad de la que algunos independentistas han disfrutado hasta que se han creído por encima del sistema y se han saltado las leyes a la torera. Porque vivir en Matrix, secesionistas, no te libra de las normas que rigen el Estado de Derecho.