El Tribunal Superior de Schleswig-Holstein ha autorizado la extradición a España de Carles Puigdemont, el ex president de la Generalidad catalana fugado desde el pasado octubre. Sin embargo, el tribunal alemán ha tomado esta decisión porque encuentra a Puigdemont culpable sólo del delito de malversación, el más inocuo de los que lo acusa el magistrado del Supremo Pablo Llarena. La Justicia alemana sigue sin ver indicios de rebelión en los actos de Puigdemont, ya que no se dio el grado de violencia “suficiente” para cometer ese delito, argumenta, por lo que ve “no admisible” extraditarlo por rebelión. La Primera Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Schleswig-Holstein basa esta interpretación de los hechos del pasado octubre en la legislación alemana: “La pena de traición prevista en Alemania en virtud del artículo 81 del Código Penal se basa en un nivel de violencia que no fue alcanzado por los conflictos en España”, afirma en su comunicado.
Los jueces alemanes tampoco ven culpable a Puigdemont del delito de perturbación del orden público que la Justicia española concibió como alternativa al de rebelión si su homóloga germana desechaba este último. Por el contrario, sí les parece “admisible” la extradición por malversación, al considerar al ex presidente autonómico “corresponsable” de decisiones que supusieron un gasto para las arcas públicas.
No obstante, el tribunal también ha desestimado los argumentos de la defensa de Puigdemont que pedían su no extradición alegando que en España sería un perseguido político sin garantías de un juicio justo. Los jueces alemanes han manifestado en su comunicado su “confianza ilimitada” en que la Justicia española obrará acorde con lo que se espera en la “comunidad de valores” de la Unión Europea, dando así una de cal y otra de arena a ambas partes. Ahora será la fiscalía la que decida cuándo realizar esta extradición, pues el tribunal no ha impuesto fecha alguna. Entretanto, Puigdemont podrá seguir en libertad bajo fianza, pues los jueces no aprecian riesgo de fuga.
En nuestro país las reacciones van desde la celebración del actual president Quim Torra, quien dice ver probadas “las mentiras” de la causa judicial abierta en España contra Puigdemont, hasta la prudencia por parte del Tribunal Supremo, del que algunas fuentes afirman que está valorando protestar ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea lo que considera una extralimitación de los jueces alemanes, al aplicar una legislación distinta a la española para decidir si Puigdemont es culpable o no de los delitos de los que se lo acusa en España.