Tenía ganas de ver esta propuesta de terror/thriller (prefiero valorarla como lo segundo), con dirección del impredecible Alexandre Aja (responsable del fabuloso remake de “Las Colinas tienen ojos” o del mediocre remake de “Piraña”, así como de otras propuestas tan estimables como olvidables) y con unas críticas por encima de la media (en lo que respecta a este tipo de productos), aparte de haber sido un éxito rotundo gracias a su bajo presupuesto.
Pues bien, una vez vista, puedo confirmar que estamos ante una propuesta entretenida y correcta, pero insustancial y olvidable, ya que no aporta nada al género y se acaba quedando en tierra de nadie, como suele ocurrir con este tipo de productos de serie B.
La dirección de Aja es correcta, pero ha tenido días mejores. Los ataques de los cocodrilos son efectivos, pero quizás se abuse demasiado de los efectos especiales, que, por otro lado, no chirrían y están bastante logrados (sobre todo teniendo en cuenta lo invertido en el film).
En cuanto al guion, es el punto más débil de la cinta, ya que estamos ante un drama, con los mismos tópicos de siempre (padre e hija que no se llevan bien y han tenido un pasado duro, enfrentados, para la ocasión, a una situación límite que les unirá más…) y demasiadas conversaciones supuestamente emotivas, pero que en realidad ralentizan el ritmo de la cinta.
Si hubiesen ido al meollo de la cuestión desde el principio y se hubiesen dejado de lado los dramas personales de los nada interesantes personajes principales, estaríamos hablando de algo mejor, ya que la película se toma demasiado en serio a sí misma, y no es lo que queremos ver cuando pagamos por cocodrilos hambrientos. Quizás le suceda lo mismo que a la superior “Infierno Azul (The Shallows)”, que también podría haber dado más de sí.
Hubiese estado genial más escenas de ataques y tensas, que no diálogos predecibles que no van a ninguna parte, pero no van a cambiar la fórmula a estas alturas del cuento. A destacar lo inverosímil de la mayoría de situaciones. Si quieres hacer algo serio y realista, cuida mejor esos detalles.
Respecto al reparto, tenemos a una entregada Kaya Scodelario, que quizás se tome su papel demasiado en serio (seguramente debido al personaje que le han dado) pero que convence como heroína superviviente. Un recuperado Barry Pepper (que en su momento fue una joven promesa, pero Travolta se cargó su prometedora carrera…) también cumple como padre arrepentido.
Y poco más se puede decir de esta propuesta, que prometía mucho más de lo que ha acabado ofreciendo y que, sin ser una mediocridad, sí será olvidada en poco tiempo. Correcta y para pasar el rato, que no es poco, pero le falta humor y mala leche (y más siendo Aja el director). Otra vez será.