El conjunto arqueológico de Medina Azahara, ubicado en la califal ciudad de Córdoba, ha sido declarado Patrimonio Mundial por el Comité de la UNESCO que se ha reunido este domingo en la ciudad de Manama (Baréin).
Superado con éxito el proceso abierto hace cuatro años, Córdoba se ha convertido en la única ciudad del mundo con cuatro reconocimientos de este tipo: La Mezquita-Catedral, el Centro Histórico de la ciudad y la Fiesta de Los Patios, declarada Patrimonio inmaterial. España cuenta ya con un total de 47 lugares reconocidos en la lista de la UNESCO, que la hacen adelantar puestos hasta asentarse como el tercer país con mayor acumulación de patrimonio declarado.
Este galardón al símbolo de poder Omeya es un gran homenaje que ha avivado la memoria de esta época de riqueza y hegemonía representada físicamente en la ciudad palatina.
Madinat al-Zahra, ordenada construir por el califa Omeya Abderramán III hace diez siglos, se encuentra en el lugar exacto en el que la montaña penetra en el valle del Guadalquivir, lo que permitió diseñar un sistema de terrazas. Las más altas correspondían a la residencia del califa y a las salas de audiencias, mientras que las más bajas se destinaban a la ciudad propiamente dicha.
Todas las construcciones de esta ciudad están realizadas con piedra arenisca procedente del norte de Córdoba similar a la empleada en La Mezquita, ornamentada con mármol blanco de Estremoz (Portugal) que se deja ver en
columnas y capiteles revelando la extraordinaria maestría de los artesanos califales. El conjunto alberga exclusivos capiteles de avispero trabajados a trépano de clara influencia bizantina que junto con las zonas ajardinadas, las fuentes, los estanques y la abundante decoración de atauriques (arabescos) con infinitos motivos vegetales, ayudan a comprender por qué algunos autores árabes la han considerado desde siempre una de las ciudades más espléndidas jamás construidas por el hombre y ahora también la UNESCO.
