De Zidanes y Pavones se decía de aquel equipo. De Rajoys y Zidanes sería de este. Un gallego, un madrileño y un sustituto. Podría empezar esto como un chiste, porque todos los chistes tienen algo en común: la novedad, la innovación. Si te cuentan un chiste que ya te sabes no es lo mismo. Sonríes. Das a entender que te ha hecho gracia, y no te olvidas de él. En este caso ocurre algo parecido. Te cuentan que estás fuera. Intentas poner buena cara (aunque estés rabiando por dentro). Y tratas de pasar página.
Después de la Moción de Censura todo ha sido caos en las filas del Pepé. Podría decirse que no se lo esperaban. O que estaban demasiado confiados en su superioridad respecto al resto de partidos. El equipo de Sánchez propone la moción y, oh casualidad, sale adelante. El PNV la apoya y todos sus planes de futuro quedan frustrados. ¿Y ahora qué?
¿Ahora qué? He ahí la cuestión. Ahora qué. El Partido Popular está dolido. Eso se aprecia a kilómetros. Necesitan un nuevo candidato a presidente de gobierno, y tiene que ser elegido lo antes posible. El tiempo no puede pararse para ellos. Hay que pasar página y continuar.
En otro lugar de Madrid, en las oficinas de Valdebebas, pasa algo parecido. Zinedine Zidane anuncia en una rueda de prensa que dejará de ser el entrenador del primer equipo del Real Madrid. Zidane y Rajoy. Rajoy y Zidane.
Analizando la situación puede sorprender a más de uno que Zidane haya dimitido y a Rajoy lo hayan echado. Normalmente a los entrenadores los despiden con malas formas y los presidentes se suelen ir por decisión propia (o por una derrota electoral). Esta vez ha sido diferente. Uno ha ganado su tercera Copa de Europa consecutiva y al otro le ha dado una patada en el culo la oposición. Uno ha logrado un hito a la altura de muy pocos y el otro es el primer presidente de España que se ha ido por una moción de censura.
¿Laureado o censurado? Ambos entrarán en los libros de historia. Pero de formas diametralmente opuestas seguramente.
Rajoy, el incansable que había acabado con todos sus rivales. Que consiguió la mayoría absoluta en su primer mandato. Que sufrió el Brexit y siguió adelante. Que vio llegar a Trump al poder y morirse a Fidel Castro. Que superó una repetición de elecciones en apenas 6 meses.
Zidane. La ultima bala de un Florentino Perez en horas bajas. Que se le pidió ser entrenador del primer equipo sin tener experiencia en la élite. Que tenía el objetivo de arreglar los problemas que dejó Benítez. Que inició su carrera como técnico en 2013 al ser nombrado segundo entrenador de Carleto. Que en su primer derby perdió frente al Atlético de Madrid.
Pero hay una diferencia clara entre ellos. A ambos les quedaban dos años en el poder. Uno podía haberse quedado y seguir haciendo historia y el otro podía haber dimitido para que su partido siguiese gobernando. Pero se invirtieron los papeles. El que lo tenía todo a favor dimitió humildemente y el que podía haber dimitido se quedó y cavó su propia tumba.
“Juro, por las almas de mis nietos, que no seré yo quien quebrante la paz que hemos acordado hoy aquí” Vito Corleone
¿Ahora qué? Ahora el marrón lo tienen encima otros. Ellos se han desentendido y hay que buscarles un sustituto. Florentino necesita encontrar pronto a otro entrenador y empezar a planificar la plantilla del año que viene. Y el PePé tiene que nombrar al que será el sucesor de Mariano Rajoy y empezar a planificar sus objetivos sociopolíticos y los intereses de partido.
¿Ahora qué? Ahora vendrán las disputas y las peleas internas. Las guerras de poder. Habrá sangre y las familias se pelearán entre ellas para hacerse con el poder. Aznar, Soraya. Cospedal. Rafael Hernando. Andrea Levy. javier Maroto. Alfonso Alonso. Xavier Albiol. ¿Cual será elegido? ¿Quien será quien a partir de ahora?
Y Florentino. ¿Respetará las palabras de Don Corleone? Aquellas de “juro, por las almas de mis nietos, que no seré yo quien quebrante la paz que hemos acordado hoy aquí”. ¿Alguien quebrantará la paz y la armonía lograda por ZZ?