La nueva película de Quentin Tarantino, Once Upon a Time in Hollywood (Érase una vez en Hollywood), se estrenará finalmente el 26 de julio de 2019, dos semanas antes de lo previsto. El motivo de este cambio parece ser que la fecha apuntada en un principio, el 9 de agosto de 2019, no es otra que la del 50 aniversario del tristemente célebre asesinato de la actriz y modelo Sharon Tate a manos de la llamada familia Manson.
La película buscaba esa coincidencia, ya que estará ambientada en el Hollywood de 1969, es decir, el escenario en el que tuvieron lugar los crímenes de la secta hippy que lideraba Manson. Es sobre ese fondo donde Tarantino hará coincidir a dos de las mayores estrellas del cine actual, Brad Pitt y Leonardo DiCaprio, juntos en una película por vez primera. Darán vida a Rick Dalton (DiCaprio), “una antigua estrella de westerns televisivos, y su doble de acción Cliff Booth (Pitt). Los dos tienen problemas para triunfar en un Hollywood que ya no reconocen. Pero Rick tiene una vecina muy famosa… Sharon Tate”, según adelantó Tarantino hace unos meses. El papel de la mujer de Polansky será interpretado por Margot Robbie, quien ya trabajó con DiCaprio en El lobo de Wall Street.
Tate, embarazada de ocho meses en el momento de su asesinato, estaba casada con Roman Polansky, quien ese 9 de agosto de 1969 no se encontraba en la casa de Beverly Hills que ambos compartían pues estaba preparando una película en Londres, lo que le libró de correr la misma suerte. Junto a Tate murieron todos los que se encontraban con ella en su casa, haciendo un total de cinco muertos, sin contar al bebé de la actriz. Al día siguiente sus verdugos repitieron asesinando a un matrimonio elegido al azar en la otra punta de la ciudad. La ola de crímenes de Manson y sus acólitos marcaron un punto final trágico a la era hippy. Apenas dos semanas después el festival de Woodstock supuso el canto del cisne de la década de la contracultura.
“He trabajado en este guión durante cinco años y he vivido en el condado de Los Ángeles la mayor parte de mi vida, incluyendo 1969, cuando tenía siete años. Estoy muy emocionado de contar esta historia de un Los Ángeles y de un Hollywood que ya no existen”, explica Tarantino.
Pero no todo el mundo comparte esta emoción. Los crímenes de esas dos noches de agosto de 1969 dejaron una profunda huella en la Meca del cine mundial, una huella que aún no se ha borrado. Además, aún viven algunos familiares de Tate y las demás víctimas de la familia Manson, y no sería la primera vez que un proyecto de este tipo les merece su rechazo. Así ocurrió con la ya cancelada serie Aquarius de la cadena NBC, protagonizada por David Duchovny y ambientada también en estos célebres asesinatos. Las críticas de los familiares de las víctimas de Manson generaron una polémica que puede repetirse con la película de Tarantino.
En cualquier caso, lo que seguro que no causará polémica alguna será la productora del filme, pues éste será el primer trabajo de Tarantino desde Reservoir Dogs que no cuente con el respaldo de Harvey Weinstein. Ni siquiera alguien tan ácido como el director de Pulp Fiction se atreve a mantener su relación profesional con el productor de Miramax tras la cascada de acusaciones de acoso sexual vertidas sobre Weinstein.