En un nuevo episodio de las crecientes tensiones geopolíticas entre Rusia y Ucrania, un avión de transporte militar ruso Ilyushin Il-76 se estrelló cerca de la frontera con Ucrania. El incidente ha desatado una controversia, ya que según Moscú, la aeronave llevaba a bordo a 65 prisioneros de guerra ucranianos que serían intercambiados por rusos. No obstante, las autoridades en Kiev contradicen esta afirmación y sostienen que el avión transportaba armamento, específicamente cohetes S-300.

La agencia estatal de noticias RIA Novosti, citando al Ministerio de Defensa ruso, informó que el avión llevaba a 65 prisioneros de guerra ucranianos, seis miembros de la tripulación y otras tres personas, y que no hubo supervivientes. Mientras tanto, fuentes del Estado Mayor ucraniano confirmaron que uno de sus misiles derribó la aeronave, pero sostienen que transportaba armamento militar en lugar de prisioneros.

Un vídeo publicado en la aplicación de mensajería Telegram por Baza, un canal vinculado a los servicios de seguridad rusos, muestra el impactante momento en que el avión cae al suelo y explota en una enorme bola de fuego, aumentando la tensión en una región que ha experimentado frecuentes ataques en los últimos meses.

La región de Belgorod, que limita con Ucrania, ha sido escenario de varios incidentes, incluido un ataque con misiles en diciembre que resultó en la trágica muerte de 25 personas. El Ilyushin Il-76, un avión de transporte militar diseñado para transportar tropas, carga, equipo militar y armas, es el protagonista de este incidente, suscitando preocupaciones sobre la escalada del conflicto entre ambos países.

El gobernador local, Vyacheslav Gladkov, confirmó el “incidente” en el distrito de Korochansky, al noreste de Belgorod, y anunció que se dirigiría al lugar para inspeccionar la situación. Aunque investigadores y equipos de emergencia ya se encontraban en la escena, el Kremlin declaró estar investigando la situación en respuesta a las preguntas de los periodistas.

Andrei Kartapolov, diputado de la Duma Estatal de Rusia y general retirado, alega que el avión fue derribado por tres misiles suministrados a Ucrania por Occidente. Aunque no especificó si eran Patriots o IRIS-T, sugirió que las investigaciones revelarían la verdad. Las declaraciones de Kartapolov generan un nuevo punto de fricción en las relaciones entre Rusia y Occidente.

En respuesta, el presidente de la Duma estatal, Vyacheslav Volodin, denunció el uso de “misiles estadounidenses y alemanes” contra “personas indefensas”. Anunció planes para preparar un llamamiento ante los parlamentos de Estados Unidos y Alemania, instando a los diputados de esos países a asumir su responsabilidad en la escalada de tensiones en la región.

Mientras tanto, el Ministerio de Defensa de Ucrania optó por no comentar en detalle sobre el incidente, indicando que aún están aclarando la información. La situación plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre ambos países y la posibilidad de una escalada en el conflicto.

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