El Ministerio de Trabajo y los sindicatos han anunciado un incremento del 5% en el salario mínimo interprofesional (SMI) este viernes, elevándolo a 1.134 euros brutos en 14 pagas. Esta subida representa un aumento desde los 1.080 euros establecidos desde el año anterior. Se estima que alrededor de 2,5 millones de trabajadores, percibiendo la remuneración mínima, experimentarán un aumento del poder adquisitivo de uno y medio por ciento, considerando la inflación media de 2023, que cerró en el 3,5%. No obstante, los empresarios no respaldan este acuerdo, que completa un incremento del 54% en el SMI desde 2018.
Tras el rechazo parlamentario a la reforma de los subsidios de desempleo, el Ministerio de Trabajo reafirma su compromiso con la subida del SMI, destacando la importancia de esta medida junto a la reforma laboral. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, celebró el acuerdo, destacando su significativo impacto en la vida de los trabajadores y abordando la dimensión feminista al combatir la desigualdad social en el mercado laboral español. El secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, resaltó que este aumento proporcionará 54 euros adicionales al mes a los más vulnerables. En términos anuales, el SMI experimentará una mejora de 756 euros, pasando de 15.120 en 2023 a 15.876 en 2024.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expresó su apoyo a la subida del Salario Mínimo Interprofesional, señalando que beneficiará a cerca de 2,5 millones de trabajadores, especialmente a jóvenes y mujeres. Destacó la incompatibilidad de la desigualdad con el bienestar, considerando esta política como un servicio útil a los ciudadanos. La aprobación formal de esta medida se espera hacia finales del mes, con efectos retroactivos desde el inicio del año, aplicándose a la nómina de enero completa. Cabe señalar que los cambios en el salario mínimo no requieren votación parlamentaria, siendo una competencia exclusiva del Ejecutivo, sin posibilidad de ser bloqueada por grupos de la oposición.
En cuanto al compromiso del Gobierno de coalición de situar el salario mínimo en el 60% del salario medio, existe discrepancia en las cifras. Mientras Trabajo y CC OO consideran que con el SMI actual se ha alcanzado ese 60%, UGT estima que debería aumentar hasta aproximadamente 1.200 euros para cumplir con dicho porcentaje.
Este acuerdo para la subida del salario mínimo se logra nuevamente sin la participación de la patronal. Desde 2020, no se ha alcanzado un consenso conjunto entre Gobierno, sindicatos y empresarios. En este período, Trabajo, CC OO y UGT han acordado cuatro incrementos del SMI, pasando de 950 euros a principios de 2020 a la cifra actual de 1.134 euros. Yolanda Díaz critica fuertemente a la patronal por este nuevo rechazo, acusándolos de poner sus intereses ideológicos por encima de los ciudadanos. Además, destaca la necesidad de aumentar los salarios en España, que están considerablemente por debajo de la media europea, especialmente en sectores como los consejos de administración de las energéticas, la banca y las grandes distribuidoras.
En respuesta al comunicado de CEOE y Cepyme, lamentando el “escaso esfuerzo del Gobierno”, se argumenta que la subida del SMI se planteó en términos de premio o castigo a la adhesión o rechazo de los empresarios al acuerdo, en lugar de adoptarla según criterios técnicos. Se señala que esta situación de arbitrariedad aumenta la incertidumbre y la falta de confianza en la economía. La patronal advierte sobre posibles efectos negativos, esperando que la subida del SMI no genere una segunda ronda de impacto en la inflación, añadiendo un nuevo factor de riesgo a la ralentización económica y del empleo.
Desde el ámbito sindical, se emiten advertencias al sector agrícola, solicitando una atención especial a este sector, que a menudo es reacio a aplicar el salario mínimo. Se propone la creación de una mesa para estudiar el impacto del salario mínimo en este sector. A pesar de la falta de participación de la patronal, se celebra la mejora de la demanda interna y el empleo que se espera resulte de este aumento del salario mínimo. Los sindicatos planean reunirse con el Ministerio de Trabajo la próxima semana para abordar la reforma de los subsidios por desempleo.
El proceso de diálogo social en las semanas previas indicaba un aumento del 5% en el SMI. En noviembre, la patronal presentó una propuesta del 3%, con un 1% adicional sujeto a la inflación. Aunque los representantes de los trabajadores consideraron insuficiente esta propuesta, la vieron como una muestra de voluntad negociadora. Sin embargo, la atención se desvió hacia las condiciones planteadas por la patronal, incluyendo la modificación de la normativa de revisión de precios en contrataciones públicas y una bonificación en el sector agrícola. A pesar de los intentos de Trabajo de explorar estas condiciones, la negativa de Hacienda llevó a la eliminación de la principal condición de la patronal el 8 de enero. CEOE oficializó su negativa a participar en el acuerdo, calificando la acción de Trabajo como “chantaje”.
