Desde que se anunció el proyecto había bastante curiosidad en visionar esta rara producción que nos iba a contar los orígenes del popular villano de Batman, en la década de los 70 y dando un giro a su historia. Las primeras imágenes inquietaron (para mal) a los fans del personaje, pero todo cambió con la llegada del primer tráiler, que fascinó a casi todo el mundo. El segundo tráiler hizo el resto.

Se había conseguido el objetivo de sus responsables y de Warner, que no era otro que llamar la atención y generar grandes expectativas en el proyecto. Hablamos de un film que se ha vendido como independiente (ha costado 55 millones de dólares) desde el comienzo de su gestación y que al final los pronósticos vaticinan como un arrollador éxito de taquilla, aparte de rebasar récords de salas de estreno en USA. Independiente lo que yo te diga…

La película ha estado salpicada por la polémica desde que ha comenzado a proyectarse en varios festivales y entre los críticos profesionales. Por un lado tenemos su victoria en el festival de Venecia (inmerecida, ya os lo digo), que sorprendió a propios y extraños, y por otro lado la diversidad de opiniones, ya que ahora mismo tiene un 69% en Rotten Tomatoes (y bajando), nada que ver con las reseñas que se han podido leer hasta el momento, que la dejan poco más que de magistral, destacando, sobre todo, al señor Joaquin Phoenix.

Pues bien, después de esta introducción, comenzaré a dar mi opinión, que estoy seguro que será del gusto de pocos, ya que me temo que con esta película va a suceder algo similar a cintas como Avatar o dos casos más recientes como Black Panther y Capitana Marvel, es decir, que te tienen que gustar de forma casi obligatoria, y si no es el caso eres un despojo social y no mereces hablar de cine. Me meo.

La verdad es que me fascina ir contra el sentir generalizado y apartarme de las modas, y valorar una película por lo que es, cosa que me suele ocurrir. Muchos aplaudirán la película (por hacerse notar y ser los más “guays” del cole) y dentro de unos meses ni la recordarán, pero mi opinión sobre este proyecto está clara (y recalco que ha sido sin prejuicio alguno): una auténtica decepción. Vayamos por partes.

El responsable de todo es el señor Todd Phillips, director (por si todavía no os habíais enterado) de las comedias Road Trip o la trilogía de The Hangover (Resacón). Ya probó un cambio de registro hacia el drama con la fallida War Dogs. En la película que nos ocupa, se nota que quiere ir más allá y ofrecer algo diferente y transgresor, con una dirección que oscila entre lo independiente y lo pretencioso, como si el director estuviese pagado de sí mismo y creyese que está haciendo arte.

No digo que sea una mala dirección, pero todo se nota forzado y prefabricado, como buscando los instantes impactantes o un cine con ecos de Scorsese (algo que ya se había promocionado), cuando considero que técnicamente no es ninguna maravilla. Mucho ruido y pocas nueves.

Otra cosa es el guion, también responsabilidad de Phillips. Muchas críticas negativas (casi todas ellas pertenecientes de los Estados Unidos) destacan lo peligroso del mensaje que transmite la película, y en parte, se entiende. Y es que estamos ante un panfleto que quiere ir de transgresor y revolucionario, convirtiendo a un villano clásico de los cómics en una especie de héroe (por mucho que Warner se apresure a desmentirlo). Infumable.

Como adaptación del cómic es pésima, ya que el director/guionista ha cogido a un personaje y su mundo, y ha hecho con él lo que le ha dado la gana. Poco hay de la figura del emblemático villano en esta película, ya que se podría haber titulado “Pepe, el del tercero” y sería casi lo mismo.

Phillips no es tonto, y ha querido llamar la atención usando un personaje conocido por todos, ofreciendo un insulto y menosprecio al cómic y la adaptación menos fiel de la historia, seguramente. Encima el director lo fue advirtiendo semanas atrás, diciendo que los fans del personaje se iban a enfadar y distanciándose, en todo momento, del cómic, cuando sin éste, su película jamás hubiese existido. Más humildad, por favor.

Por otro lado, la película se hace larga y aunque tiene ideas interesantes, no es tan original y dura como pretende ser. De nuevo, demasiado ruido para lo que al final vemos en pantalla. Destacaría sus treinta minutos finales, aunque tampoco me han fascinado y la película es mucho más predecible de lo que pretende ser.

Y ojo al mensaje que da, peligroso como él solo. No digo que si un imbécil coge un arma después de ver la película sea culpa de ésta (cosa que se anunció que podría ocurrir), pero sí que las ideas que se dan son bastante cuestionables, ajenas a cualquier ética o moral, y dejando claro que los ricos y poderosos son los malos, y los dementes y pobres los buenos (aunque sean asesinos), estableciendo una lucha de clases y sin grises en la ecuación.

Y todo esto orquestado por el bueno de Todd Phillips, que se hizo de oro con la trilogía de las Vegas, y que se estará frotando las manos pensando en la recaudación de Joker en su mansión de lujo. Me fascinan los ricos que hablan de la pobreza y las clases sociales, de verdad. Entiendo a la gente que se quede estupefacta ante esto y no soy un mojigato ni creo que la película sea motivo de nada, pero hay que tener más miramientos y el mensaje deja mucho que desear (mención especial para Thomas Wayne, dibujado como un personaje despreciable).

Y vamos con lo mejor de la película, que no es otro que Joaquin Phoenix (que por cierto, he visto la película en versión original, cosa que recomiendo). Ya confirmo que el Oscar es suyo (y me sabe realmente mal por el estupendo Taron Edgerton como Elton John, ya que también lo merecía), como muchas voces se habían apresurado a asegurar habiendo visto sólo un tráiler. Su actuación es fascinante y eclipsa el resto de elementos de la película, pero no , no es mejor que Heath Ledger, por dos claros motivos: Phoenix no hace del Joker (de los cómics) y Ledger tenía gracia, el bueno de Joaquin no (lo cual no es culpa suya, por cierto).

Esto viene al caso porque muchas voces quieren enterrar y defenestrar la magistral interpretación de Ledger en favor de Phoenix, cuando es insuperable, y nada tiene que ver con la de Joaquin, ya que son dos personajes totalmente opuestos. Me quedo con Ledger, se diga lo que se diga.

En conclusión, estamos ante una película decepcionante y fallida, que no funciona como adaptación (es más, llega a ser un insulto al no respetar las bases), y que es demasiado pretenciosa para lo que al final ofrece, aunque tampoco me ha parecido una mediocridad, más bien se deja ver pero sin ser nada del otro aquel.

Muchos la aplaudirán por ser la moda del momento y por su mensaje revolucionario, sobre todo en la era Trump (personaje que detesto, por cierto), pero que un servidor no compra, y menos cuando un millonario es responsable de un proyecto que nos dice que los ricos son los malos y está bien asesinarlos.

Había otras formas de contar una historia semejante, y estoy seguro que en unos años nadie se acordará de ella, y menos al nivel The Dark Knight (El caballero oscuro), que sí es una gran película y que sí mereció todos los reconocimientos habidos y por haber, aunque no obtuvo nominación ni a película ni a director, cosa que el Joker si obtendrá. Cosas que pasan. Y es que estamos ante uno de los años más decepcionantes de la historia del cine, donde demasiadas películas prometían mucho para al final quedarse en tierra de nadie. Y este es el caso. Una decepción más, donde sólo destaca la asombrosa actuación del señor Phoenix y que como adaptación no tiene nombre. No puedo decir que no lo viese venir.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.