El ex vicepresidente del Gobierno y ex líder de Podemos, Pablo Iglesias, respondió hoy a las declaraciones de Marta Lois, portavoz de Sumar en el Congreso, quien afirmó que se enteró por la prensa del “incumplimiento flagrante del acuerdo electoral de Podemos”. Iglesias, en declaraciones a TV3, argumentó que quienes deberían renunciar al acta no son los diputados de Podemos, sino “los que mienten” sobre la ruptura en este espacio político.
Según Iglesias, la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, tuvo una conversación con Josep Vendrell, director del gabinete de la vicepresidenta Yolanda Díaz. Sobre la ausencia de una conversación directa con Díaz, Iglesias indicó que “se habla entre secretarios de organización”. Enfatizó que Marta Lois miente al afirmar que se enteró por la prensa, ya que hubo una conversación entre Verstrynge y Vendrell.
Iglesias recordó las decisiones similares de Nueva Canarias, UPN y Compromís, que se presentaron con el PSOE, el PP y Podemos, respectivamente, y se fueron al Grupo Mixto, subrayando que “una decisión colectiva de un partido no es transfuguismo”.
Además, acusó a Sumar de impedirles tener portavocías adjuntas, firmar documentos, rechazar iniciativas, evitar la intervención de Ione Belarra en el pleno sobre Palestina y tener un reglamento diseñado para sancionar a sus diputados.
A pesar de las diferencias, Iglesias abogó por “pasar página” para “cooperar, dejar el rencor y la mala baba a un lado y tratar de llevar al Ejecutivo hacia políticas de izquierda”. También expresó su confianza en que los diputados de Podemos encontrarán acuerdos con los de Sumar ahora que ya no hay razón para discutir.
En cuanto a las alianzas futuras, Iglesias mencionó la posibilidad de trabajar con Bildu, ERC y el BNG para llevar al Gobierno políticas de izquierda, pero reconoció la complejidad política de dicha tarea.
En relación con las elecciones europeas de 2024, Iglesias señaló que la forma de elegir diputados no favorece la coalición, pero afirmó su convicción de que ERC, Bildu y el BNG serán aliados de Podemos, a pesar de las diferencias con Sumar, que consideró más cercano al PSOE.
