Tenía bastantes ganas de ver la ganadora a mejor película del festival de Cannes de este año. Y es que he visto varias películas de su director, Bong Joon-ho, y si una cosa es segura, es que no suele dejar indiferente a nadie. En esta ocasión, vuelve a suceder lo mismo.

Puedo entender que ganase el gran premio en el festival mencionado, debido a la originalidad y crudeza de la propuesta, pero debo confirmar (al menos por mi parte) que no estamos ante ninguna obra maestra, pero sí ante un drama, thriller y comedia negra (sí, todo eso junto), que sorprende por sus constantes giros, aunque su primera mitad es superior a la segunda.

Nada que objetar sobre la dirección del bueno de Joon-ho, ya que vuelve a dejar patente que es uno de los mejores directores del panorama actual, y hay momentos magistrales y muy bien planificados, que sorprenderán al espectador. Nada que objetar en este apartado.

El director también se encarga de la escritura de guion, junto a otros dos responsables, y la verdad es que se nota un esmero por ofrecer una historia diferente y sin medias tintas. Por un lado, tenemos una primera mitad interesante y enigmática, que se retuerce en el ecuador de la cinta, regalando sorpresas constantes y momentos surrealistas, que entiendo que esa era la intención de sus responsables, aunque no todo funciona.

Quizás se le vaya de las manos al director la trama en algún momento (repito, quizás), pero sin duda estamos ante una propuesta especial y sin tapujos, aunque no magistral. Bien es cierto que la película es excesivamente larga (más de dos horas), y quizás le sobran unos minutos, pero el resultado sigue siendo inquietante y maquiavélico. Es una película de difícil digestión, con un claro mensaje, y que sirve a modo de metáfora sobre el capitalismo, las clases sociales y la familia.

En cuanto al reparto, todos y cada uno de los intérpretes están sobresalientes, pero me gustaría destacar a un habitual del director, que no es otro que el camaleónico Song Kang-ho, que es el mejor actor coreano, habido y por haber. Suyo es un personaje lleno de matices, pero los otros miembros de la familia no se quedan atrás, sobre todo los más jóvenes. De lo mejor de la cinta.

En conclusión, estamos ante una interesante propuesta, pero que no es la obra maestra que algunos comentan, aunque sí resulta un cuento macabro y fresco sobre la constante lucha de clases y los peligros que ello conlleva. Si te gusta la filmografía del director, el cine con mensaje o simplemente te quieres dejar sorprender, es tu película. En caso contrario, mejor que sepas donde te metes. Original, interesante y perfectamente maliciosa, que no es poco.

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