El Gobierno ultima los preparativos para el traslado de los restos mortales de Francisco Franco. Aunque aún no hay fecha oficial, la exhumación parece inminente, pues hace unos días el propio presidente del Gobierno aseguró a los periodistas que le preguntaban en conversación informal que la decisión “los pillaría trabajando”. Teniendo en cuenta que lo habitual es que las vacaciones de los periodistas sean en agosto, estas palabras de Sánchez parecen reducir los plazos a este mes de julio. Posteriormente, fuentes de Moncloa confirmaron a diversos medios esa fecha aproximada (y próxima). Además, el pasado 24 de junio el presidente volvió a insistir en una entrevista a El País que la exhumación será “inmediata” (¿acabará siendo el 18 de julio?), sin añadir datos más concretos.

Así que todo parece indicar que ha llegado el momento. Para el gobierno socialista desenterrar al dictador siempre ha sido casi una prioridad, y si finalmente tiene lugar en julio se confirmará la relevancia que tiene esta decisión para el Ejecutivo, ya que en menos de dos meses habrá llevado a cabo lo que no se había hecho en más de cuarenta años. En principio, el Gobierno no necesita ninguna legislación o cobertura jurídica, puesto que ya se la proporciona la Ley de Memoria Histórica de 2007 y el informe que varios expertos emitieron en 2011 por encargo del entonces ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui. Eso fue lo más cerca que el Gobierno de Rodríguez Zapatero estuvo de exhumar al general Franco, pero parece que esta vez el nuevo Ejecutivo socialista tiene tomada la decisión de zanjar esta cuestión definitivamente. Además, en mayo del año pasado el Congreso de los Diputados aprobó una proposición no de ley –presentada precisamente por el Partido Socialista– instando al traslado de los restos de Franco a la que no se opuso ningún partido de la Cámara. Sin embargo, puede que sí sean necesarios un informe favorable de la Dirección General de Patrimonio y la colaboración del Instituto de Medicina Legal, al tratarse de una operación de este tipo.

Pero, ¿adónde se trasladarán dichos restos? Se habla de llevarlos a “un lugar menos preeminente” igualmente dentro de la basílica del Valle de los Caídos, pero no se ha precisado cuál. No parece probable que el Gobierno se limite a entregar los restos a la familia Franco, ante el temor de que les busquen un lugar aún más “preeminente” que el Valle de los Caídos, como la cripta familiar de la catedral de la Almudena, donde fue enterrada Carmen Franco, la hija del dictador, a finales del año pasado. Lo que sí parece claro es que el otro gran personaje histórico sepultado en el Valle, José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange, no va a ser trasladado de su ubicación actual, puesto que él sí es considerado “un caído” al haber sido fusilado por los republicanos durante la guerra civil. Con esta decisión, el Ejecutivo espera dar los primeros pasos hacia la reconversión de lo que hoy considera un monumento franquista en un espacio consagrado a “la reconciliación y la memoria”.

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