Vamos a dejarlo claro desde un principio: Zombieland (2009) no era ninguna maravilla. Llegó en el momento justo en el que el auge de los zombies era un hecho y volvían a estar de moda. La primera entrega era una road movie simpática y divertida, con un inicio muy prometedor, un estupendo clímax y un personaje inolvidable (sí, Tallahassee).

Fuera de todo aquello, tenía un nudo más que cuestionable, donde los zombies brillaban por su ausencia y cuyo gag con Bill Murray fue lo más aplaudido de la cinta, como si aquella (sobrevalorada pero hilarante) escena fuese lo único a rescatar. No pasa de película para pasar un rato ameno, sin más. El hecho es que la película se convirtió en una pequeña película de culto, y algunos de sus actores despuntaron (sobre todo Emma Stone), exigiendo sus fans una secuela durante años.

Después de muchos años de rumores (ya que a los populares actores les costaba cuadrar agendas), nos llega esta secuela en la que, sinceramente, no tenía muchas esperanzas depositadas. No ya porque considere a la primera entrega demasiado sobrevalorada y del montón. Más bien porque odio las secuelas tardías. Y es que han pasado diez años desde aquella, por lo que ya la podemos considerar como tal. Podría comenzar a enumerar las bazofias tardías de Hollywood (Zoolander 2Terminator 3, Indiana Jones 4, Glass, Los Increíbles 2…), pero no acabaríamos nunca.

Afortunadamente, no estamos ante este caso, ya que Zombieland 2 es una secuela entretenida y simpática, pero que, al igual que su primera entrega, tampoco aporta nada nuevo y uno se pregunta si era realmente necesaria. No me enrollo más, ya que es hora de actuar o callar.

La dirección de la película vuelve a correr a cargo de Ruben Fleischer, director de la primera entrega, de la infravalorada Gangster Squad o de la fallida Venom. Si por algo destacaba la primera entrega de Zombieland, era por la estupenda dirección, con un ritmo endiablado (en su inicio y final, por la mitad decaía bastante) y unas escenas más que interesantes.

En esta ocasión se repite la jugada, ya que Fleischer vuelve a poner su sello personal, y cumpliendo la máxima de las secuelas: más y mejor. Se agradece que esta secuela tenga más duración (la primera era excesivamente corta y de ahí que no diese para mucho más), presentando bien a los personajes nuevos y con escenas de zombies muy bien resueltas (y mucho más generosas que en la anterior).

No obstante, el clímax final no está a la altura del de la anterior, aunque la película está muy bien resuelta y se confirma que ha sido un acierto repetir con el mismo director, diez años después.

En cuanto al guion, le sucede exactamente lo mismo que a la primera parte, ya que tiene un inicio prometedor (donde se nos presentan nuevos y fabulosos zombies, a cada cual más desaprovechado) y un final cargado de tensión y acción, pero vuelve a decaer (más o menos) su ritmo a la mitad.

Afortunadamente el director (y los guionistas) nos tienen reservadas un par de set pieces en el ecuador de la cinta, que añaden enteros al producto final y hacen que (quizás) esta que nos ocupa sea un poco mejor a la anterior, a la que le faltaba firmeza (y más zombies). También se agradecen los nuevos personajes, destacando a la hilarante Madison, siendo un añadido más que divertido y necesario.

También conviene destacar que no es tan gamberra y políticamente incorrecta como se ha vendido y pretende ser, ya que el gore no es tan radical como en otros productos y los chistes no superan jamás los límites del buen gusto, quedándose a medias. Lo digo por algunas opiniones que la dejaban de locura lista para ofender cuando no me he encontrado nada de todo eso. Lo dejo claro.

Por otro lado, uno nota que no han avanzado mucho en las tramas, y realmente es una película que no aporta casi nada al universo, dejando la sensación de que es una secuela innecesaria. Por otro lado, hace pasar un buen rato y sirve para disfrutar de nuevo de los personajes, pero conviene dejarlo claro.

En cuanto al reparto, Woody Harrelson vuelve a ser lo mejor de la película, gracias a una joya de personaje (suyas son casi todas las gracias de la película), que eclipsa al resto en cada segundo de metraje y sin el cual el film no sería lo mismo. Merece cada dólar ganado, porque él es el alma de la cinta y su actuación vuelve a ser memorable (e incluso se desmelena aún más). Desternillante.

Jesse Eisenberg (actor odiado como el que más) cumple de nuevo como nerd oficial del grupo, aportando algún nuevo matiz. Me gusta más su química con el personaje de Harrelson que no Stone. Y hablando de Emma Stone se puede decir lo mismo que de Eisenberg. Su química con aquél brilla por su ausencia, pero está correcta, sin más (creo que esta actriz actúa mucho mejor cuando es un drama de Oscar y por lo tanto le interesa más el proyecto…).

Se nota que los responsables no saben muy bien qué hacer con la pobre (y ex niña prodigio) Abigail Breslin, ya que desaparece durante casi todo el metraje y sus escenas son las peores. Creo que estuvo mucho más acertada en la anterior, pero es que los guionistas no han sido nada generosos con su personaje y está más que desaprovechada. Cosas que pasan cuando ya no eres famosa y Hollywood te da la espalda.

Mención especial para una sorprendente y muy divertida Zoey Deutch como Madison, aportando humor y ternura a un personaje cabeza hueca de esos que no te queda otra que querer con locura.

Por cierto, hay escena post-créditos, y estoy seguro que para muchos os parecerá lo mejor de la cinta. No es mi caso (aunque confirmo que sólo por ser tan absurda merece la pena), pero os aviso para que no abandonéis la sala antes de tiempo, como suele suceder.

En conclusión, estamos ante una secuela que quizás sea mejor que la anterior (no lo tengo del todo claro, ya que aquélla tenía también sus logros, aunque no muchos), entretenida y divertida, y que sirve para pasar un rato entretenido, pero poco más. Desconozco si habrá tercera parte (se insinúa que sí) pero no me importaría por volver a ver las aventuras de Tallahassee y compañía.

Las dos películas de Zombieland no son ninguna maravilla, sobra decir, pero sí unos pasatiempos sin pretensiones, con buenos repartos y que buscan la complicidad del espectador. Me quedo con que no es una mediocre secuela tardía. Suficiente, y más en los tiempos que corren.

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