Desde Harry Potter, Hollywood siempre ha reservado un espacio para el público juvenil. ¿Su fórmula? Adaptar sagas literarias que han tenido éxito (lo que les proporciona una recaudación segura la mayoría de veces).
Algunos ejemplos de ello son: la (ya nombrada) saga de Harry Potter, Crepúsculo, Los Juegos del Hambre, Divergente, El corredor del laberinto… Y este 2018: Mentes poderosas.
Sinópsis: Basada en las novelas de Alexandra Braken, Mentes poderosas plantea un futuro apocalíptico. En él, solo el 2% de los niños y adolescentes menores de 20 años han sobrevivido a una plaga que ha asolado Estados Unidos y han desarrollado capacidades mentales extraordinarias. Varios de ellos son apresados en Thurmond, un campamento controlado por el gobierno. Entre ellos se encuentra Ruby Daly, una adolescente que internó con 12 años y ya con 16 se ve obligada a escapar por ser “una amenaza”. En su camino logra unirse a un grupo de 4 jóvenes fugados también. En su viaje descubrirán que no se pueden fiar de nadie…
Reseña
No es una novedad en este tipo de sagas: jóvenes que se rebelan en contra de adultos que “aparentemente quieren el bien para ellos”. Katniss contra el Capitolio, Tris contra Jeanine y David, Tomas contra Cruel… Al igual que la historia de amor entre la protagonista y “el héroe”, con los típicas escenas de amor adolescente. Igual al ser una fórmula aparentemente segura los escritores optan por ese argumento central, 0 riesgos.
No obstante, la idea central es buena: división en tipos de niños con mutaciones asombrosas [inteligencia (verde), telequinesis (azul), electricidad (amarillo), control mental (naranja) y destrucción (rojo)]. No obstante, ¿dónde adquieren estas habilidades? Ni idea. Solo se sabe que es una plaga que mata a los niños y algunos sobreviven consiguiendo estos nuevos “poderes”, pero es importante explicar (aunque probablemente se vayan a hacer más películas) el origen de la historia, en concreto el origen de esa plaga repentina ya que es un punto clave.
Técnicamente no hay mucho que resaltar: variedad de planos y uso del teleobjetivo en ocasiones para centrar la imagen del espectador en un objeto concreto (como el llavero de ella cuando lo tira al suelo). Aunque si he de resaltar un ritmo de la película muy ameno que te hace estar pendiente de lo que ocurre en todo momento, gracias en parte a la gran concordancia que hay entre la imagen y la banda sonora.
Evidentemente no podía faltar el gran amigo de las películas del siglo XXI: los efectos especiales y visuales. En esta película dirigida por Jennifer Yuh Nelson (Kung Fu Panda 2 y 3), la directora ha preferido quedarse corta y no abusar de los efectos VX (gran acierto por su parte) en lugar de buscar cada dos por tres una excusa para usarlos como ocurre en otras películas. Y es que esto puede parecer algo lógico, pero cuando un director tiene un guión en el que implica “superpoderes”, parece ser que pierde la cabeza por completo y se entrega en cuerpo y alma al CGI, sin importar si la historia es buena o no o si las interpretaciones de los actores son correctas, en fin… Es por ello que esta película resulta en comparación más natural y realista (dentro de la sinópsis que tiene), lo que a su vez la hace más amena y entretenida.
Mentes poderosas es la nueva saga para adolescentes que ya en su primera película parece no defraudar. De todos modos, con este tipo de sagas juveniles no hay que confiar al 100% solo por la primera película (recordemos la mala gestión que hubo con la tercera parte de Divergente: Leal, que al decidir dividirla en dos, cuando la primera no obtuvo la recaudación esperada al final no se hizo una segunda parte para finalizar la saga…). Por ello, habrá que esperar a ver su recaudación en taquilla y los años posteriores a este.